Los pacientes sonríen de nuevo a los dentistas de toda la vida
15 enero, 2019 | Por Natalia Cristóbal | Categoría: Negocios
- Ocho de cada diez españoles prefieren acudir a las clínicas dentales tradicionales, frente al 20% que asiste a las clínicas corporativas y aseguradoras.
- Los casos de estafa y fraude de los que se acusa a las franquicias dentales españolas han generado una gran desconfianza en los pacientes.
Hasta la década de los 90, en España la mayoría de las clínicas dentales pertenecían a un odontólogo o un estomatólogo, y respondían a un patrón que podríamos considerar tradicional, donde trabajaba el profesional con su auxiliar de clínica. A ellas asistían pacientes de toda la vida, ya que muchas veces era la herencia que los padres dentistas dejaban a sus hijos.
Sin embargo, poco a poco empezó a surgir otro tipo de centro odontológico más grande, cuyo propietario podía ser una persona ajena al sector. Se crearon entonces diferentes clínicas, muchas de ellas a modo de franquicia, en las que trabajaban odontólogos o estomatólogos generales, pero también otros más especializados: implantólogos, ortodoncistas, endodoncistas, junto a higienistas, que, a su vez, realizaban un trabajo en el paciente, y no sólo desempeñaban la labor de un auxiliar.
Surgieron así empresas tan conocidas como Vitaldent, en 1997, Unidental en 1999, Dentix en 2010, o más recientemente, iDental, en 2014, y poco a poco fueron expandiéndose por toda España. Las campañas publicitarias, con spots en los principales medios de comunicación, los grandes carteles promocionándose en edificios situados en las zonas más transitadas de las ciudades, y los precios low cost que prometen fueron las tres claves que sirvieron para atraer cada vez a más pacientes.
Pero volviendo al concepto de clínica tradicional, cualquier persona de más de treinta años recuerda cómo era una clínica de las de antes, con su olor característico, no muy grande, con una sala de espera donde había revistas para entretenerse durante la larga duración de algunos tratamientos. Acudía a esa consulta porque era a la que iban sus padres, sus tíos, su vecina o su amigo más cercano. Es, por tanto, el boca a boca una de las principales formas en las que una clínica tradicional se ha promocionado desde siempre. A menudo el paciente la asociaba con un cierto miedo al posible dolor y, desde luego, con unos precios bastante altos comparados con los de otros profesionales de la salud.
Un nuevo escenario para los dentistas
Según la Memoria de actividades sobre el balance de la legislatura entre 2014 y 2018 del Consejo General de Dentistas de España, en los últimos veinte años ha cambiado el perfil del dentista en nuestro país. Por un lado, cada vez es más joven, ya que sus años de estudio son menos desde que existe el grado de odontología independiente del de medicina. Y, por otro lado, como en el resto de profesiones sanitarias el porcentaje de mujeres que la desempeñan es mayor.
Este informe señala que hay aproximadamente 37.000 dentistas ejerciendo actualmente en España, de los cuales un 56% son mujeres, y 6 de cada 10 tienen menos de 44 años. Por otra parte, hay un dentista por cada 1.200 habitantes, cuando, según la OMS, la proporción debería ser uno por cada 3.500.
Al graduarse cada año 1.750 nuevos odontólogos, este es el país de la Unión Europea donde más dentistas se forman, lo que está generando una situación problemática en el sector, ya que hay más dentistas de los que se necesitan. Esto lleva a que haya paro, menos autónomos, condiciones de trabajo en ocasiones precarias y una búsqueda de empleo fuera de nuestras fronteras.
Parece una paradoja el hecho de que sea España uno de los países en el que menos se acude al dentista. Más del 50% de los españoles no ha ido en el último año. El principal motivo es que piensan que no lo necesitan, y no le dan importancia a la salud bucodental. Otros motivos son los problemas económicos y el miedo al dolor.
Las clínicas dentales que podríamos llamar corporativas y las pertenecientes a una aseguradora, aunque alcanzaron mucha popularidad, fundamentalmente por los precios más bajos comparados con los de las clínicas tradicionales, a día de hoy han visto su imagen altamente perjudicada algunas de ellas debido a delitos de fraude, estafa y blanqueo de capital. Una de las primeras a las que se acusó de fraude fue Funnydent, en 2016, que cerró sus siete clínicas y dejó a miles de pacientes con su tratamiento sin terminar.
¿QUÉ VALORAN LOS PACIENTES EN UNA CLÍNICA?
La confianza en el equipo de la clínica, la atención que reciben, la imagen que tienen las clínicas y la calidad de los materiales con los que trabajan los especialistas son los cuatro aspectos principales que valoran los pacientes a la hora de elegir uno u otro centro para cuidar su salud bucodental. Se considera positivo que siempre sea atendido por el mismo dentista y el trato sea personalizado.
A esta le siguieron otras como Vitaldent, acusada de blanqueo y de fraude de más de 10 millones de euros también en 2016, o iDental, uno de los casos más sonados, ya que se considera el escándalo odontológico de mayor magnitud a nivel mundial. Se cerraron sin previo aviso 24 macroclínicas distribuidas por España. Basaba su publicidad en un eslogan, “dentistas con corazón”, dirigido a personas con pocos recursos. Tal y como informaron fuentes al Colegio Oficial de Odontólogos y Estomatólogos de la I región (COEM), supuestamente las clínicas iDental inflaban los precios de los diferentes tratamientos que ofertaban para luego aplicar lo que parecían grandes descuentos, presionaban al paciente para que firmara con urgencia la financiación de dichos tratamientos y le daban largas a la hora de iniciarlos, con el fin de que ya hubiera pagado algunas cuotas y no pudiera echarse atrás.
Los colegios toman cartas
Ante esto, los colegios profesionales de odontólogos, así como el Consejo que los reúne, han tomado cartas en el asunto y están buscando la forma de regular más estrictamente la actividad profesional. Han solicitado ayuda al Defensor del Pueblo para que se adopten medidas que regulen las clínicas dentales, en aspectos como la publicidad, para que las campañas no resulten agresivas y sean veraces, la práctica de los tratamientos que se realizan, o las condiciones sanitarias y de higiene en las que trabajan los profesionales, entre otros.
No sólo se ha pronunciado sobre las irregularidades de estas clínicas el Consejo General de Dentistas de España, sino que también, a raíz de los casos de fraude y estafa de los que se acusa a algunas clínicas corporativas, han surgido asociaciones de afectados por ello, como es el caso de la Plataforma de afectados iDental, creada por Belén Gara. Es una organización que surge con el objetivo de defender los derechos de los pacientes que han sido estafados por estas clínicas, en concreto.
Tal y como recoge el Informe de Quejas y reclamaciones que elaboró en 2016 el Consejo General de Dentistas de España, entre 2013 y 2016 el número de éstas habían aumentado un 2,4% e las clínicas privadas, y un 49,6% en las corporativas. Este informe señala también que el 71% de las reclamaciones se debía a motivos clínicos, especialmente en el ámbito de la implantología, mientras que los motivos económicos correspondían al 28%.
Se observaba también una comparación entre las quejas a clínicas privadas y las que provenían de pacientes de clínicas corporativas. Por ejemplo, por cada queja por implantes en una privada, se producían 37 en una corporativa.
En este nuevo panorama que se encuentra el sector dental en España, los datos muestran que los pacientes cada vez confían más en las clínicas dentales de toda la vida, siendo las preferidas por el 80%, según las estadísticas de la Memoria de la legislatura de estos últimos cuatro años realizada por el Consejo de Dentistas de España. Es, en efecto, un 20% la parte de la población que acude a una clínica corporativa o aseguradora, mientras que ocho de cada diez asisten normalmente a una clínica privada autónoma.