La hormiga que conquistó el mundo como polizón de los colonos

7 mayo, 2015 | Por | Categoría: Ideas
Un estudio descubre rara coincidencia entre el recorrido de los barcos comerciales españoles y la trayectoria de la hormiga de fuego tropical.

¿Qué hace una hormiga originaria de México en la otra punta del mundo? Es cierto que lo de viajar de un lado a otro está asumido en una sociedad globalizada, pero la hormiga de fuego tropical hizo un viaje digno de Phileas Fogg en el siglo XVI. Y no solo llegó hasta el continente asiático, sino que también logró desplazar a otras especies más débiles y perpetuarse en medio mundo ¿Cómo se explica esta singular colonización?

Una vez que la TFA se establece puede formar colonias hasta diez kilómetros a su alrededor. CC BY Marufish.

El hombre, allá donde viaja, cambia el ecosistema. Lo que es indiscutible es que esto es más evidente en casos como el de la introducción de conejos ingleses en Australia en el XIX que cuando una colonia de hormigas viaja clandestinamente en galeras de la época de Colón.
El lastre de los barcos fue el cómplice de este curioso polizón. Se encontraba tranquilamente en su nido subterráneo cuando a los marineros españoles se les ocurrió la idea de utilizar esa misma tierra de contrapeso en sus galeones, que estaban anclados en costas mexicanas.
Un grupo de investigadores de la Universidad de Illinois empezó a estudiar las colonias de hormigas y sus desplazamientos a través de las rutas comerciales. Junto con investigadores del Museo Nacional de Historia Natural de Estados Unidos encontraron una clara coincidencia entre el recorrido de los barcos comerciales españoles y la trayectoria de la hormiga tropical. Andrew Suarez, director del Departamento de Biología Animal de la Universidad de Illinois, se inclina a pensar que muchas especies se propagaron por el mundo en esta época gracias a los viajes de ingleses, españoles y holandeses. Más allá de toda duda, Suarez afirma que “lo que sí es un hecho es que hubo especies que viajaron del Nuevo al Viejo Mundo y a la inversa”.

Durante 250 años uno o dos galeones españoles recorrieron anualmente el Pacífico para comerciar con plata del Nuevo Mundo e intercambiarla por seda china, porcelana y especias en el puerto de Manila. Ya en tierra, la expansión no resultaba un problema para una especie tan resistente a las adaptaciones: “Una vez que se establecen, se expanden a través de las reinas que pueden desplazarse volando hasta diez kilómetros y empezar nuevos nidos”, explica Suarez.

La hormiga tropical, conocida como Solenopsis germinata o TFA, inició su viaje en el sudeste de México, concretamente en la zona de Acapulco, donde había un importante puerto español para el comercio. Según los análisis genéticos, la TFA procedente de Acapulco atravesó medio mundo para llegar a la India. En el camino no permaneció ociosa. Aprovechó las paradas de rigor de los españoles para expandirse en Filipinas y China, mientras sus compañeros de trayecto intercambiaban productos con los nativos. Pero el recorrido de la TFA no acabó aquí. Ya se había hecho al transporte y a los marineros por lo que continuó viajando silenciosa. Existen evidencias de que la hormiga de fuego fue desde el Caribe hasta Reunión y que luego volvió al continente americano hasta Brasil. Recorrió tres continentes en galeras de hace cinco siglos.

Para llegar a esta conclusión, el equipo de investigación puso en marcha el primer estudio genético de población basado en ADN mitocondrial y microsatélites a una escala global. Las mitocondrias son orgánulos de las células que tienen la particularidad de que poseen su propio ADN, distinto al de la célula madre. La especialista en Entomología y profesora de Zoología en la Universidad Autónoma de Madrid, María José Luciáñez, explica que “el ADN de las mitocondrias siempre procede del óvulo, lo que permite hacer de manera más fidedigna un estudio filogenético”. La entomóloga declara que este estudio “facilita la comparación entre las distintas colonias de hormigas para ver qué genes comparten y sus similitudes, diferencias y evolución y se puede así extraer la trayectoria evolutiva y tratar de dilucidar de dónde viene cada colonia”.

Para esta profesora de la Universidad Autónoma este tipo de proyectos que atraviesan varios campos del conocimiento, aparentemente tan diferentes como son la Zoología la Genética y la Historia, son muy interesantes porque muestran que la investigación conduce a la armonía. Andrew Suarez afirma que fue muy enriquecedor trabajar con expertos de otras disciplinas: “Para hacer el estudio trabajamos con historiadores y consultamos viejos mapas. Pienso que es una de las mejores partes del estudio: la combinación de biólogos e historiadores para investigar”.

La hormiga de fuego tropical, que apenas imaginaba que iban a ser la protagonista de una importante conquista, logró así recorrer más de 33.000 kilómetros superando oleajes y tormentas, sin que nadie se percatase de su presencia y cambió para siempre los ecosistemas que pisó. Quién sabe si, como con el efecto mariposa, algo trascendental cambió por una sencilla visita de la inocente TFA.

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