Los catadores de droga, crímenes de narices

9 febrero, 2014 | Por | Categoría: Negocios
España está en cabeza. No podemos festejar este podium porque, desgraciadamente, somos líderes en el consumo de cocaína de toda Europa. Los datos son demoledores: tres de cada cien españoles de entre quince y sesenta y cinco años  son consumidores de esta droga. Así lo refleja el informe anual de la Junta de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) en Viena.

La forma más común de consumir cocaína es esnifarla. Foto CC BY Kikasso

La cocaína ha encontrado la puerta grande en nuestro país. Según la JIFE, en los últimos cinco años en España se han incautado más de 19 toneladas de cocaína procedente de Latino-América. A pesar de estas incautaciones, la droga que se distribuye por toda Europa entra por España. Procede de los países de América Central y América del Sur y es muy común que pase primero por África, donde hay menos controles y los agentes de aduana son más fáciles de sobornar. La droga entra así fácilmente a través de la frontera con Marruecos o la costa atlántica y mediterránea, principalmente por Cádiz, Cataluña y Valencia. Además, se sigue utilizando el método tradicional que consiste en enviar el cargamento desde los países latino-americanos directamente hasta la costa de Portugal o Galicia.

 

La Península Ibérica es la gran puerta a Europa

Los datos actuales de consumo de cocaína en España y el resto de Europa son escandalosos, a pesar de ello, la JIFE asegura que desde el año 2006 parte del sector juvenil se decanta más por la ketamina por su menor precio.

El también conocido como polvo blanco se extrae de la hoja del arbusto de la coca, originario de países latino-americanos como Perú, Bolivia y Colombia. Antes de convertirse en negocio, los indígenas de estos países masticaban la hoja de estos arbustos para combatir el hambre, el sueño, el cansancio y el mal de altura.

Durante el siglo XIX y principios del XX, esta sustancia se vendía en las farmacias como un estimulante e incluso fue uno de los ingredientes principales de la bebida Coca-Cola en sus inicios y del “Vino Mariano”, que era degustado por los Papas del Vaticano.

Actualmente la cocaína es multiforme, se presenta y consume de diferentes maneras. Lo más común es esnifarla en forma de polvo, para ello previamente se combina con otras sustancias como anfetaminas o talco. También existe la posibilidad de fumarla, conocida como la coca en base, que previamente se mezcla con amoniaco y agua caliente.

Los narcotraficantes siempre están ideando nuevas formas de introducir la droga en el país, ya que los métodos tradicionales son bastante conocidos y vigilados por la policía. El pasado 7 de junio del 2011 la Guardia Civil interceptó un cargamento de siete toneladas de cocaína procedente de Venezuela, que intentaba entrar a España camuflado dentro de cuatro máquinas excavadoras. También es común que personas la escondan dentro del cuerpo o mezclada con productos naturales con los que se comercia.

La Agencia Anti Drogas de la Policía española es cada vez más eficaz y consigue incautar mayores cantidades de estupefacientes. A pesar de ello el consumo también es cada vez mayor, por lo tanto la droga sigue entrando en nuestro país.

El abanico de perfiles de consumidores de drogas también es cada vez más amplio. Consumen desde los más ricos, hasta los más pobres. Se ha estudiado y se ha estipulado cuáles son las cinco razones por las que el ser humano consume o las que le llevan ha hacerlo. La razón principal es el uso experimental, la idea de probar cosas nuevas y tener nuevas experiencias. Es el origen de un consumo constante. Existe el llamado consumo social, cuando sólo se consume en eventos sociales lúdicos, ya sea para aumentar la diversión o quitar el miedo. En este caso, el consumidor puede llegar a convertir la droga en hábito por perder el control sobre ella. También es muy común la necesidad de drogarse para enfrentarse a la realidad, a un evento o discurso de cara al público.

Estos diferentes consumos son los que acaban llevando a las personas a engancharse a la cocaína, dando paso a un consumo intensificado, el estado previo a la adicción total; y compulsivo, en el que dependes de esta droga para vivir tanto físicamente como psicológicamente por lo que acabas perdiendo la libertad.

Los catadores de drogas

De este modo, también empiezan los profesionales del ámbito de las sustancias estupefacientes, desde los grandes narcotraficantes, a los pequeños camellos y sobre todo los catadores.

Aunque parezca mentira, en el negocio de la droga también existen catadores. Profesionales en el mundo de la química de estupefacientes y en el consumo de estas sustancias que son capaces de distinguir la calidad y la pureza de las materias primas con las que van a trabajar. En ocasiones sólo con probarlo y sin requerir ninguna prueba química son capaces de decirte de qué sustancia se trata, de su calidad, de su origen y de su pureza.

Nani sabe distinguir lo que es calidad y lo que no, narcotraficantes con mucho poder le contrataban para que en los intercambios de mercancías verifique la calidad del producto que compran. Simplemente prueba la droga en cuestión y reconoce su pureza. Él mismo dice: “Unos nacen con un don en la pierna, como Messi y yo nací con un don en el tabique”. En otras ocasiones realiza alguna comprobación química para completar la cata, pero por su largo pasado consumiendo drogas reconoce fácilmente lo que es bueno de lo que no.

Comenzó a consumir drogas con doce años. Él culpa a sus compañías y a la mala situación que vivió en su infancia con su familia. “Empiezas probándolo por aburrimiento, por probar cosas nuevas. Mi primer porro me lo fumé con doce años”. Su amplio historial en el consumo de drogas, ha sido una de las principales razones por las que acabó dedicándose a este peculiar trabajo, el de catador de drogas en general y cocaína en particular.

Las dos drogas más consmuidas. Detrás, planta de cocaína. Delante, planta de marihuana. Foto CC BY Escalinata

La mayoría de los consumidores empiezan por el costo o la marihuana y poco a poco van probando cosas nuevas y enganchándose cada vez más. La cocaína, la heroína, y las drogas de diseño son lo siguiente en la cadena de consumo. Eso le pasó a Nani, empezó a consumir muy pronto y llegó al punto en que se convirtió en camello para poder costearse su consumo. De este modo, se fue introduciendo en el mundo de las sustancias prohibidas cada vez más, hasta codearse con los grandes traficantes de España.

“Me llevaban a algunas de las reuniones con los ojos tapados y allí sólo tenía que probar la mercancía y verificar su calidad. En ocasiones me pagaban con parte de esa sustancia, en otras ocasiones en efectivo”. Nos cuenta que es un trabajo fácil, con el que llegó a ganar mucho dinero y con el que, por supuesto, él disfrutaba haciéndolo. “Normalmente era fácil y rápido, a no ser que hubiese algún engaño de por medio”.

 

Con este trabajo Nani llevaba un alto tren de vida. Al mes podía costear el consumo de drogas de su pareja, alrededor de dos mil euros, aparte del suyo y permitirse caprichos considerados de lujo, como buenos coches, motos y viajes. No se privaba de nada.

Este catador asegura no arrepentirse de nada. Se siente muy orgulloso del trabajo que hacía y del dinero fácil que ganaba porque tenía sus riesgos. El tráfico de drogas suele ir de la mano con el tráfico de armas y de mujeres, todo tiene un nexo en común unido por los dirigentes de estas bandas organizadas. “En los intercambios la gente iba armada y en alguna ocasión he visto disparos”.

La policía

El departamento de estupefacientes de la Policía Nacional española saben que hay especialistas dedicados a catar las mercancías y profesionales del sector químico que también se dedican a este mundo. El problema es que en muchas ocasiones un catador no incumple ningún delito, ya que puede alegar que es consumo propio. Mientras no lo haga en la vía pública ni porte una cantidad elevada no incumple ninguna ley. Por lo tanto el solo hecho de probar la droga y dar fe de su calidad o no, no es un delito.

Aseguran que el catador no simplemente eso, también tiene sus trapicheos o negocios relacionados con el sector. Además, en caso de encontrarse en redadas en las que haya de por medio armas, drogas y dinero, siempre pueden ser involucrados.

En la mayoría de las ocasiones el catador es un consumidor habitual de estas sustancias. Para poder tener este conocimiento de las mismas con probarlas u olerlas. Para la policía y la sociedad española la figura del catador perjudica la facilidad de la entrada de drogas en nuestro país, ya que los narcotraficantes de aquí compran con garantía y la certeza de que la droga es realmente pura. Es por esto que hará más daño a la sociedad y más si mezcla con otras sustancias para elevar su cantidad y su valor en la calle, pese a que pueda resultar un viaje demasiado tóxico.

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