Las hormigas se convierten en una afición casera

16 febrero, 2013 | Por | Categoría: Ideas

Desde hace unos años, la mirmecología, o cuidado y cría de las hormigas, se está convirtiendo en una aficción para jóvenes y no tan jóvenes.

Las hormigas pueden criarse en un entorno artificial. Foto CC BY Pison Jaujip.

No hay ninguna persona que no haya visto alguna vez a esos pequeños insectos corretear por su jardín o por su casa. Todos de pequeños han jugado con ellos, algunos los mataban, otros los quemaban con lupas, otros los capturaban y, con la inocencia de la edad, intentaban criarlos hasta que el último de ellos terminaba muriendo por causas naturales.

Sin embargo, gracias a internet, a una tienda online, anthouse.es, y al foro lamarabunta.org algunos han cumplido el sueño de su infancia: tener los conocimientos necesarios para poder criar y mantener a esta estrambótica mascota que, si bien siempre ha estado en la vida cotidiana, nunca se ha llegado a entender del todo. Todos coinciden en que es una afición muy cómoda y que engancha mucho.

Aunque en el resto del mundo esta afición ya existía, en España, a principios de siglo, era aún algo desconocido que compartía poca gente. Roberto Gil, dueño de la tienda Anthouse y del foro La marabunta afirma: “Cuando yo empecé éramos 5, de verdad, y ahora somos miles, tanto en este foro como fuera de él”. El foro ha sido el faro que ha reunido a todos los aficionados a este hobby en un solo lugar y ha fomentado la afición.

Es cierto que la hormiga, por sus complejas relaciones sociales y otras características, es uno de los animales más estudiados por el ser humano. Sin embargo, su diversidad y complejidad la convierten en un animal muy difícil de contemplar, y es difícil generalizar. Mientras que un tipo de hormiga puede alimentarse exclusivamente de insectos, existen otros que, sencillamente, sólo se alimentan de semillas. Otros, directamente, son omnívoros. Esta diversidad de comportamientos, de diferencias biológicas, y, sobre todo, de especies y subespecies es lo que convierte a la hormiga en un animal tan difícil de estudiar y de mantener. Cada especie requiere unos cuidados diferentes que, si bien serían fáciles de descubrir por el entorno en el que viven, pueden causar confusión, ya que la parte superior de un parque es muy seca mientras que la interior esta muy húmeda, y es la combinación de ambas lo que l0 convierte en terreno ideal para una u otra especie.

Por estas razones la afición por las hormigas suele conllevar una cierta dosis de investigación amateur para intentar resolver dudas que no están aún contestadas y a las que se busca una solución, si bien no teórica, sí práctica. “Cualquier investigación surge con una pregunta sobre un tema que te atrae y, a partir de ahí, comienzas a hacerte más preguntas de las que quieres obtener respuesta”, afirma José Alberto Fernández, profesor de Guadalajara.

A la pregunta de si se siguen descubriendo nuevas especies, José Alberto Fernández contesta: “No hace mucho se descubrió una especie en Sudamérica sin ojos, y en Filipinas descubrieron varias decenas de nuevas especies de golpe y porrazo. En España también se siguen descubriendo nuevas especies. Por poner un ejemplo, Xavier Espadaler, catedrático de Barcelona, tiene varias especies en estudio. Será cuestión de tiempo que las clasifique y publique los resultados”.

José Fernández es uno de los mejores ejemplos de mirmecólogo amateur. El no haber estudiado la carrera de Biología no le ha impedido descubrir una nueva especie de hormiga en Guadalajara. Esta especie, que de momento se cree que aún no está catalogada, podría ser una de las muchas variantes que tiene la familia de las Solenopsis, comúnmente conocidas como hormigas de fuego, con más de 280 tipos repartidos por todo el globo. El equipo de José esta formado por dos integrantes más, un biólogo y un fotógrafo. Se espera que, para mediados de 2013, puedan llegar a alguna conclusión y publicar su investigación. “En el fondo, soy un investigador. Me gusta más llegar al meollo de todo, analizar los datos y llegar a conclusiones”.

José Manuel Montero, un estudiante de Secundaria, ha descubierto su vocación en las hormigas, y también una forma de aumentar su nota de Ciencias Naturales. Este joven gallego, con la ayuda del foro, está haciendo una investigación sobre la telitoquía. La telitoquía es un descubrimiento muy reciente que se suele dar, sobre todo, en hormigas consideradas primitivas. “Este fenómeno da lugar a que las obreras de ciertas especies, huérfanas por el motivo que fuere, puedan, mediante partenogénesis, poner huevos diploides que darán lugar a obreras clones”, explica José. Es decir, que una colonia que ha quedado huérfana de reina pueda perpetuarse en el tiempo gracias a la clonación de sus individuos. En otro caso, esto ha servido para expulsar al macho de la ecuación biológica, como en la especie Mycocepurus smithii, en la que las hembras han prescindido ellos para clonarse a sí mismas y perpetuar la especie.

Con solo 13 años, José está comparando el comportamiento de muchas especies de hormigas de colonias huérfanas y viendo cuál de ellas pone o no huevos después de que la reina haya muerto. “La investigación está pensada para ayudar a la gente que posee hormigas, ya que puede que las obreras huérfanas que tienen puedan presentar la telitoquía y sacar adelante de nuevo a la colonia”.

Del vuelo nupcial a la colonia

Como afición, la cría y cuidado de hormigas es de lo más gratificante. Todos los amantes de las hormigas te responden que no existe mayor satisfacción que observar como, poco a poco, una reina que capturaron durante los vuelos nupciales se convierte en una colonia de muchos individuos. Esta afición reúne tanto a jóvenes como a adultos.

Miguel Alberto Martínez Monge, también conocido en el foro como Mamm, a sus 78 años es uno de los “marabunteros” mayores. Jubilado, este experiodista vive en la costa, donde disfruta de sus muchos hobbies. Podría decirse que el más destacado es el de la mirmecología. “Yo tenía mucha experiencia en acuarios (llegué a tener siete, uno de pirañas, otro de cíclidos, etc.) y en terrarios de reptiles e invertebrados. Ahora he descubierto este tipo de mascotas que me habían pasado desapercibidas y que son todo un mundo de descubrimientos, ya que constituyen una de las especies animales más interesantes, tanto por su larga historia de existencia en el planeta como por sus condiciones de vida y relación social, de las que tantas cosas hemos aprendido, consciente o inconscientemente, los humanos”.

Para muchos “marabunteros” las hormigas son una de las muchas mascotas que suelen tener. Al nivel de un perro o un gato. Sin embargo, como en la mayoría de los casos, los hobbies requieren cierto aprendizaje y una dosis de medida y ética. Existe un gran problema: el de las razas que no son autóctonas del país y lo invaden, expulsando o marginando a las que, hasta entonces, eran especies dominantes. Parece ser que a esto estamos acostumbrados, pero en el caso de las hormigas, una especie animal muy territorial y con una gran potencia de expansión, es más preocupante.

Este es el caso de la hormiga argentina. Un estudio del mirmecólogo Xavier Espadaler ha demostrado que, en poco tiempo, ha conseguido expandirse por todo el globo, mutando cualidades genéticas y teniendo un comportamiento extraño para su especie. Fuera de Argentina la hormiga invasora ha desarrollado un comportamiento de colaboración entre sujetos de la misma especie. Esto es tan así que dos hormigas, una de España y otra de Italia, llegaron a reconocerse como hermanas, algo muy extraño entre hormigas del mismo patio o de reinas hermanas. Es esta colaboración entre hormigas lo que las ha convertido en una amenaza potencial, tanto para las propias hormigas autóctonas como para otros sectores del ecosistema como la polinización.

Básico de hormigas

Las hormigas son unos artrópodos del orden de los himenópteros y engloban una gran cantidad de especies y subespecies muy amplias. Son unos insectos de entre 1 milímetro la más pequeña hasta 3 centímetros la especie más grande. Se agrupan en colonias bajo tierra o cubiertas de la luz del sol. Tienen el cuerpo dividido en tres secciones: cabeza, tórax y abdomen o gaster. La media suele ser omnívora, se alimenta tanto de materia vegetal como de proteínas que provienen de otros insectos. Están emparentadas con las avispas hasta el punto de que las castas reproductivas, reinas y machos, conservan las alas durante un breve periodo de tiempo, e incluso algunas mantienen aguijón funcional.

Las colonias se crean con una reina. Esta reina, que aparece durante los vuelos nupciales, las épocas reproductivas de las hormigas, formará una nueva colonia que durará lo que dure la reina. En algunos casos se han llegado a registrar colonias artificiales con más de 20 años de vida. Y eso sólo la reina. La vida media de una hormiga obrera es de unos 2 o 3 años, mientras que los soldados y las nurses suelen tener una vida más corta (las nurses, “enfermeras” en inglés, son un tipo de hormigas que sólo surgen de la primera puesta de huevos de la reina. Éstas tienen la finalidad de asistir a la reina en sus posteriores puestas. Al estar su ritmo de crecimiento acelerado por la reina suelen vivir mucho menos tiempo, lo que las convierte en unas asistentas necesarias. Si las nurses mueren antes de que surjan nuevas obreras, la reina morirá también).

Las castas que se han observado en las hormigas son las siguientes. Reina (normalmente es la única que pone huevos), obreras (minor y major o soldados) y zánganos, o machos alados. Estas castas pueden variar según la especie. Algunas tienen castas intermedias, como algún tipo de obrera que pone huevos al faltar la reina. Son insectos altamente sociales, viven en comunidades y la clave de su supervivencia y éxito se debe precisamente a esa cualidad. Son animales muy curiosos y tienen comportamientos tan avanzados como la esclavitud, la ganadería o la agricultura. Tareas que ya ejercían mucho antes de que el ser humano existiera.

Las hormigas siempre han despertado un gran interés en los biólogos. Su comportamiento social, englobando a miles de individuos, es más complejo de lo que se puede suponer a primera vista. Más que un reinado, una colonia de hormigas es un matriarcado, en el que la cría y la reina son fundamentales para la supervivencia de la polis. Sin ellas la colonia está condenada a la extinción. Esto lleva a las hormigas a sacrificarse en pos de la supervivencia no ya de la reina, sino de las futuras generaciones de la colonia. Este comportamiento es típico del ser humano. Las hormigas, como los humanos, son de los pocos animales que pueden ignorar su instinto de supervivencia individual para sacrificarse por el bien común o mayor.

No obstante, este rasgo social no es el único que compartimos. Las hormigas tienen un complejo sistema de especialización por castas. Esto se puede contemplar en las hormigas legionarias de América del Sur. Con 4 castas, cada casta hace una función muy concreta dentro de su sociedad; exploradoras, recolectoras, carniceras y soldados. Aunque sí es cierto que otros insectos, como las termitas o las abejas, tienen un comportamiento social, es en las hormigas donde se alcanza el culmen de este hecho.

En las hormigas se puede contemplar también un gesto completamente altruista: la trofalaxia. En un hormiguero siempre hay cosas que hacer; de hecho sólo 1 de cada 10 hormigas suele salir del hormiguero a buscar alimento, lo que deja al resto en una situación complicada. Estas hormigas recolectoras lo que hacen es almacenar alimento en su gaster para, una vez en el hormiguero, alimentar al resto de las hormigas, dejando tiempo a las demás para cuidar de la cría y de la reina.

Sin embargo, cada especie es muy diferente. Si bien es verdad que entre miembros de una misma colonia sólo existe cooperación, cuando se encuentran a hormigas de otra colonia, aunque sean de la misma especie, empiezan las hostilidades. No es extraño ver el saqueo de una colonia a otra. La más pequeña suele sucumbir ante la más grande. Normalmente, estas guerras suelen ser sólo por motivos territoriales o por la supremacía de una polis sobre un recurso natural, por ejemplo algo de comida. Lo que nos lleva a plantearnos si somos la única especie que mantenemos guerras por el control de recursos naturales.

Hormiga esclavista

Una de las grandes críticas que se hace al ser humano es la esclavitud. Ver cómo el Imperio Romano era mantenido gracias a las espaldas de los esclavos de otros pueblos, cómo los esclavistas árabes saqueaban pueblos enteros para venderlos por el mundo o cómo se explotaban las grandes plantaciones de algodón de Virginia han sido temas tabú para muchos países. Sin embargo, siempre olvidamos que lo que nosotros inventamos la hormiga ya lo practicaba desde hace mucho tiempo.

Un estudio de los investigadores Francisca Ruano y Alberto Tinaut, de la Universidad de Granada, ha descubierto en la península a una hormiga, la Rossomyrmex, que basa su “economía” en saquear colonias de hormigas más pequeñas para secuestrar a las crías nonatas y utilizarlas para trabajar en su propia colonia. Este comportamiento puede compararse con la antigua Grecia, concretamente con los ilotas. Estos eran un pueblo que vivía esclavizado por los espartanos. Mientras que los ilotas realizaban las labores más cotidianas y anodinas los espartanos se preparaban para lo que ellos consideraban su trabajo, la guerra. Una sociedad marcial perfecta.

La hormiga es citada por primera vez en la mitología griega, en La Ilíada, de Homero, donde Zeus, el dios supremo, eleva a unas hormigas de la isla de Yolco para que Peleo, padre de Aquiles, pueda tener un reinado que gobernar. Sin embargo, estos humanos ascendieron aún con algunas características de las hormigas, como su fuerza y su disciplina. Por eso los mirmidones iban de negro y se les llamaba las hormigas de Yolco.

Las hormigas son muy buenas pronosticando el tiempo. Por razones de presión pueden saber cuándo va a llover. Esto les sirve para preparar sus vuelos nupciales, que se producen después de la lluvia. Cuando hay humedad en el ambiente, la tierra está húmeda y es fácil para las hormigas preparar los nuevos nidos.

A pesar de la mala reputación que puedan tener las hormigas –han fastidiado a más de uno el picnic–, cumplen una labor biológica de suma importancia y para los jardineros expertos son un animal de buen augurio. Mantienen el control de muchas plagas, eliminan animales parasitarios y ayudan en la polinización de las plantas, sin contar la importante labor que hacen como basureras y recicladoras en los medios naturales.

Sin ir más lejos, en muchos poblados de Etiopía la hormiga roja es considerada como un dios o como la encarnación de un dios guerrero, y es utilizada para erradicar plagas de termitas y otros parásitos.

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