“Tipsters” y el negocio de apostar online

29 junio, 2012 | Por | Categoría: Redes
El pasado 1 de junio, un año después de la aprobación de la Ley de Regulación del Juego, se concedieron las primeras licencias que permiten explotar las apuestas online conforme a la vigente legislación. La Dirección General de Ordenación del Juego ha concedido 53 licencias de las 59 solicitadas. Después de años operando de manera ilegal en España, ahora, por fin, los operadores dan un paso adelante para competir al mismo nivel con el sector en países como Francia o Inglaterra.

El poker es uno de los juegos que más ha cambiado con la llegada de Internet. Foto CC BY Randen Pederson

Los solicitantes esperaban este momento como agua de mayo, y no es de extrañar si tenemos en cuenta que el último informe de la Asociación Española de Juego Digital sitúa los juegos de azar y apuestas online entre las diez ramas con mayor porcentaje de volumen de negocio del comercio electrónico en España, con un 4,3% del total. El póker en internet superó la barrera de los 100 millones de euros el año pasado, mientras que los juegos de azar ingresaron más de 145. En cuanto a las apuestas deportivas, éstas generaron ingresos por valor de, aproximadamente, 125 millones de euros, un 14% más que el ejercicio anterior. Pero, con la crisis, la intuición ya no vale y jugarse el dinero por una corazonada parece cada vez menos divertido. Por este motivo, están proliferando nuevas formas de apostar y blogs donde los usuarios debaten sobre la forma de ganar a los casinos online, pero, sobre todo, cada vez se recurre más a los tipsters. Se trata de apostantes profesionales especializados cada uno en un sector determinado, en campeonatos y deportes concretos. Si se siguen sus pronósticos, garantizan un determinado porcentaje de beneficio, al cabo de 30 días, a cambio de una tarifa mensual por la que indicarán, a quien ha contratado sus servicios, cómo, dónde, cuánto y cuándo debe apostar. Pero estas tarifas no son baratas, desde 30 hasta 150 euros, y la tentación de contratar a más de un tipster para abarcar varios deportes incita a los jugadores aficionados a gastarse grandes cantidades de dinero.

A pesar de los factores negativos de la crisis, está demostrado que ante situaciones adversas se agudiza el ingenio. Lecter, como se hace llamar un apostante aficionado que no tardó en ver negocio en el seguimiento de estos profesionales, se quedó asombrado cuando hizo cuentas y calculó el beneficio que obtendría con la contratación de una media de ocho o nueve buenos tipsters al mes. Sin embargo, el precio a pagar por estos servicios era demasiado elevado, de modo que decidió crear una comunidad en la que sus miembros aportaran  una tasa mensual muy reducida a cambio de contratar entre todos los servicios de estos apostantes profesionales. El negocio era redondo, aunque Lecter debía hacerlo de manera discreta, pues los tipsters fijan sus tarifas para vender sus pronósticos individualmente. Así nació lafamilia.es (nombre ficticio para proteger la confidencialidad de la asociación), una página a la que únicamente pueden acceder sus socios mediante un usuario y contraseña personales por 10 euros mensuales.

En los suburbios de la red

Di con este “emprendedor” en un foro sobre apuestas, donde anunciaba la posibilidad de compra conjunta de pronósticos. Me explicó por encima la mecánica del proceso y que debía hacerle el pago de los 10 euros de este mes por Paypal. Cuando recibiera el ingreso me proporcionaría más información. Dudé. Sin saber ni siquiera el nombre del grupo ni de la página de la que iba a formar parte debía pagar a un tal Lecter, confiando en que cumpliría con su palabra. Asumí el riesgo. “Ya lo he recibido. Ahora tienes que registrarte en lafamilia.es“, me contestó mi recién estrenado cibersocio. Acordamos un nombre de usuario para que, cuando recibiese mi petición en la página, pudiera darme luz verde, ya que es él quien decide a quién da de alta y a quién no. Como ya había pagado, no encontré ningún problema y en apenas una hora desde que solicité mi pertenencia a “la familia” ya estaba navegando por la página.

En este reducto, Lecter informa de los tipsters contratados y de sus previsiones minuto a minuto. Pero Alberto Calle, miembro de la página, asegura que hay que tener cierto conocimiento del mundillo para poder moverse cómodamente por él. Además de tener cierto nivel de inglés, el lenguaje habitual de las apuestas, debe conocerse la terminología propia del apostante para poder seguir correctamente las indicaciones de los tipsters. Cada profesional se compromete a mandar una cantidad determinada de picks al mes, término con el que se hace referencia a los pronósticos publicados, con la intención de que otras personas puedan guiarse y aprovecharse de ello. Puede hacerse de manera gratuita en foros y blogs o cobrando por ello, como en el caso que nos ocupa. A la hora de seguir una predicción hay que tener muy en cuenta el stake, un número del 1 al 10 que le adjudica el tipster a su propio pick, y que indica la confianza que tiene en su cumplimiento. Si a una apuesta se le asigna stake 10, lo que se llama un fullstake, significa que se le otorga la máxima confianza. El bank es el dinero que se dedica a las apuestas, y para calcular el porcentaje de profit, “beneficio” en inglés, se debe restar el bank actual al inicial.

Si hay un término que el apostante amateur debe conocer, ése es, sin duda alguna, yield, la medida de rendimiento de las apuestas que expresa, en porcentaje, el beneficio sobre el total apostado. Este dato es el que usan los tipsters para atraer clientela, mostrando al público sus buenos resultados de meses anteriores. Por ejemplo, en el último mes, el socio de lafamilia.es que haya seguido todas las previsiones al pie de la letra, habrá recibido un 27% de beneficio. Pero Alberto Calle asegura que “es prácticamente imposible seguir al dedillo todos los pronósticos. Para ello habría que dedicarle demasiado tiempo”. La mayoría de los contratados son extranjeros y sus horarios no coinciden con los de España, de manera que si no se dispone de 24 horas para dedicarse a ello no pueden seguirse todas las apuestas, pues sus valores y condiciones varían en minutos. Por ejemplo, en el último mes, el socio que haya seguido todas las previsiones al pie de la letra, habrá recibido un 27% de beneficio, si bien la cifra final puede variar mucho dependiendo de las cantidades que apuesta cada uno. Calle apuesta una media de 400 euros al mes, por lo que sus beneficios superan los 100 euros. Por otro lado, aunque Lecter es reacio a hablar en estos términos, los socios que le conocen aseguran que “está todo el día metido en la página” y creen que se dedica plenamente a ello, que apostar a través de lafamilia.es es su profesión. “Para poder dedicarse a ello profesionalmente, debe apostar una cantidades bastante elevadas. Como mínimo se jugará unos 10.000 o 15.000 euros mensuales”. De ser cierto lo que nos cuentan sus socios, Lecter cerraría sus cuentas al final de un buen mes con un beneficio de entre 2.000 y 4.000 euros. “Eso no es nada en este mundo. Los que se dedican íntegramente y de manera seria apuestan cifras mucho más altas y terminan yéndose a Gran Bretaña, donde las condiciones fiscales son más ventajosas”, cuenta Alberto Calle.

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