Recaptcha, inconscientes amanuenses digitales
25 mayo, 2012 | Por Iñigo Bordiu | Categoría: RedesEl 100 por cien de los usuarios de Internet han tenido que introducir, al menos una vez en su vida, una serie de letras o palabras para que el sitio web al que acuden, entrevista online que efectúen o cuestionario que respondan, el sistema sepa si la persona que hace estas acciones es un humano o si, por el contrario, es algo que proviene de otro planeta o un desarrollado robot. Este sistema es el conocido como Captcha creado por el científico guatemalteco Luis Von Ahn y que en un principio fue concebido para evitar cuestiones tan molestas como el spam o contenido basura.
Captcha es el acrónimo en inglés de: Prueba de Turing pública y automática para diferenciar máquinas y humanos. El Turing es una prueba expuesta en el año 1950 por el británico Alan Mathison Turing la cual partía de la hipótesis de que si una máquina se comporta en todos los aspectos como inteligente, entonces debe ser inteligente. El sistema Captcha actúa como filtro para diferenciar precisamente esto: si lo que está usando ese servidor es un humano o por el contrario, una máquina inteligente. Cuando un usuario hace un uso excesivo o que el servidor considera como fuera de lo normal de una aplicación, una ventana con una palabra (a veces difícilmente visible) salta automáticamente impidiéndonos seguir avanzando en el sitio web hasta que no se tecleen cada una de las letras mostradas. Si el usuario falla una ventana exactamente igual pero con otra palabra aparece y hasta que la persona no acierte, no podrá continuar con su tarea.
Un sistema de digitalización
En una conferencia en la Royal Society de Londres, Luis Von Ahn admitió que teclear esta palabra suponía una pérdida de 10 segundos para el usuario y en el mundo se teclean al día más de 200 millones de captchas al día. Para el galardonado científico eso no era productivo, por lo que decidió crear lo que se hoy se conoce como reCaptcha. Este sistema se basa en que en lugar de una palabra, el humano ha de teclear dos, trabajando así y, por supuesto, sin recibir ingreso alguno, para el todopoderoso Google. Entre los muchos objetivos del buscador más famoso del mundo, se encuentra el de ordenar toda la información habida y por haber en el mundo y esto incluye, por supuesto, digitalizar todos los libros escritos en la historia de la humanidad.
Google adquirió en 2009 la empresa de Luis Von Ahn y desde entonces ha digitalizado un número inimaginable de obras escritas de cualquier año de cualquier autor gracias al sistema reCaptcha. Google usa escáneres de última generación capaces de digitalizar libros en pocos segundos pero hay varios obras que debido a su precario estado, son difíciles de leer para los lectores digitales y pueden confundir una palabra de otra y es en ese preciso momento cuando entra la persona. Sin saberlo, el usuario ha sido transformado en digitalizador de contenido (en cualquier idioma) para ordenar toda la información del mundo.
Ante esta premisa y el afán de recopilar más información por día, cada vez es más frecuente que salgan estos códigos que la mayoría de usuarios consideran molestos. Un claro ejemplo lo encontramos en la página web número uno de vídeos del mundo Youtube que, a su vez, pertenece a Google. Una persona que quiera comentar en más de seis vídeos en un plazo inferior a 15 minutos ha de introducir el famoso código para hacer su séptimo comentario. Prácticamente en nueve de cada diez formularios online, la ventana reCaptcha salta de la nada justo cuando la persona cliquea sobre el botón “enviar”. Si éste no pierde esos 10 segundos, su formulario no se enviará; si, por el contrario, lo hace, habrá contribuido a digitalizar una pequeña parte de algún libro del mundo.
El código reCaptcha ha pasado de ser un sistema anti-spam a una forma de hacer que todas los usuarios del mundo de Internet trabajen para una misma empresa de la mejor manera posible: sin que estos lo sepan y por lo tanto, gratis.