Historias del email
31 julio, 2012 | Por Irene Viseras | Categoría: RedesEl desarrollo de la red y, en concreto, del correo electrónico ha sido uno de los más grandes avances técnicos y sociológicos de los últimos 41 años. Un gran número de autores han escrito sobre el desarrollo del correo electrónico desde varias perspectivas.
El 24 de mayo de 1844, Samuel B. Morse envió el primer telegrama, cambiando así la historia de las comunicaciones. El 10 de marzo de 1876 nació la era del teléfono, anunciada por Alexander Graham Bell. En 1895, Guillermo Marconi hizo la primera radiodifusión. De las primeras comunicaciones a distancia sí se tienen fecha y datos. Pero el desarrollo y la evolución de las tecnologías y los estándares para la creación del correo electrónico han durado más de 20 años y aún hoy, 41 años después de ese primer email en 1971, se siguen desarrollando.
El actual sistema de correo electrónico se puede dividir en dos subsistemas distintos. Uno de ellos es el sistema de gestión de mensajes (MHS, sus siglas en inglés), que es el responsable de transformar el mensaje que escribe el usuario para transportarlo por la red y que llegue igual al receptor. Se basa en un conjunto de servidores llamados agentes de transferencia de mensajes (MTAs). El otro subsistema es lo que se conoce como agente de usuario (UA, sus siglas en inglés). Trabaja con el usuario para recibir los mensajes y ayuda en la gestión (por ejemplo, borrar, archivar o imprimir), crea mensajes de correo electrónico e interactúa con el gestor de mensajes o MHS para hacer que éstos entreguen. Así se definió la arquitectura básica del correo electrónico tal y como se conoce en la actualidad.
Cada subsistema tiene, internamente, un rico conjunto de protocolos y servicios para llevar a cabo su trabajo. Por ejemplo, la UA normalmente incluye los protocolos que utiliza la red de las carpetas de correo, que se mantienen desde un control remoto o un proveedor de almacenamiento que tiene el usuario. El MHS incluye los protocolos de mensajes de correo electrónico y determina la ruta de mensaje a través de los acuerdos comerciales multilaterales a los destinatarios. Así mismo, los distintos subsistemas también tienen normas en común. En particular, es necesario que el formato de correo electrónico y los mensajes que el usuario redacta lleven un formato apropiado que va a permanecer inalterable en su trayectoria a través de la red.
El correo electrónico existía antes que internet, en el sentido que se entiende hoy. En los años 60, se desarrollaron sistemas de correo electrónico locales para ejecutar la entrega de correo electrónico, porque estos mensajes requieren de una cierta cantidad de la infraestructura local. Por ejemplo, hacía falta un lugar donde almacenar los mensajes de cada usuario, y también una forma de notificar que hay un correo nuevo.
En julio de 1971, Dick Watson publicó una solicitud de comentarios de internet describiendo lo que llamó “el protocolo de carpetas de correos”. Así proporcionó un mecanismo donde la nueva red de distribución de información distribuía documentos hacia otros sitios de la red ARPANET, lo que fue el inicio de internet.
Posteriormente, el informático Ray Tomlinson modificó los preparativos de Watson y corrigió ese primer enfoque. Tomlinson hizo dos contribuciones importantes. La primera fue a finales de 1971, cuando modificó el sistema de correo de TENEX SNDMSG, el cual ya había modificado Watson, para enviar mensajes a través de ARPANET a los usuarios de otros sistemas de TENEX de acuerdo a la página web de Ray, ” The First Network Email” (“La primera red email”). Esta característica se incluyó en la siguiente versión de TENEX de todos los usuarios a principios de 1972. Muchos nodos de ARPANET empiezan a utilizar entonces el llamado sistema TENEX, y así los usuarios que tienen este servidor pueden enviar correos a otros servidores a comienzos de 1972.
En segundo lugar, Tomlinson encontró una manera de expresar la dirección de correo electrónico en la red. Además, optó por utilizar la arroba, “@”, en la firma para dividir el nombre del usuario de la cuenta a partir del nombre del host en la cuenta.
Se considera a Tomlinson el autor del primer email. En algunos artículos, se dice que el contenido del primer email incluía las letras de la primera línea del teclado: “QWERTYUIOP”, pero esto es sólo una conjetura, porque para Tomlinson es difícil recordarlo.
Estos inicios del software de correo electrónico, que puede enviar mensajes entre diferentes hosts de ARPANET a diferentes sistemas operativos, se fueron desarrollando poco a poco por otros muchos investigadores en los años siguientes. En 1973, el correo electrónico constituía el 75% del tráfico de ARPANET.
Proveedores de correo electrónico
Gracias a estos inicios de ARPANET, hoy se pueden comprobar los mensajes que llegan a la bandeja de entrada de diversas maneras. Muchos proveedores, como Yahoo! o Gmail, permiten acceder al correo directamente desde un navegador de internet. Este método se conoce a menudo como “webmail”. Los principales proveedores de webmail son Gmail, con 425 millones de usuarios activos, Hotmail, con unos 400 millones, y Yahoo!, con 340 millones.
También se puede optar por utilizar un software conocido como “cliente de correo”, instalado en nuestro ordenador. El cliente de correo permite descargar, almacenar y clasificar los mensajes de forma local, lo que evita tener que estar conectado permanentemente a internet. Algunos ejemplos populares son Microsoft Outlook y Mozilla Thunderbird.
La popularidad de uno u otro método de consulta de correo varía según la fuente, pues se obtiene a través de estudios indirectos, pero se estima que Outlook ronda el 30%, los dispositivos iOS el 15% y Thunderbird el 1%, mientras que los distintos proveedores de webmail suponen un 30% del uso.
Los dispositivos móviles facilitan el acceso al email mediante aplicaciones específicas de cada proveedor, como Yahoo! Mail para Android. Los dispositivos móviles utilizan, generalmente, lo que se conoce como “Push email”, que es un sistema que notifica inmediatamente la existencia de un correo nuevo sin necesidad de actualizar el buzón, como exigen los clientes de correo. Se pueden añadir las cuentas distintas que se desee y acceder a ellas con toda facilidad. La aplicación de correo de Android también es compatible con cuentas Exchange ActiveSync de Microsoft para uso empresarial. Así, Android soporta cuentas de correo Exchange, de forma que cada vez que se recibe no sólo un mensaje, sino también notificaciones de calendario, el usuario de un dispositivo Android se entera en el momento. Esta interacción entre plataformas es una pieza clave en la mencionada guerra de patentes.
Evolución del uso
El uso del correo electrónico ha crecido de forma muy rápida estas últimas décadas, como se demuestra con la cifra de mensajes que se envían cada día, que ha crecido desde 16 millones en el año 1998, pasando por 12.000 millones en 2001, hasta los casi 300.000 millones de emails que se enviaron diariamente en 2010. Pronto se alcanzarán los 500.000 millones diarios enviados entre los más de 2.000 millones de usuarios del correo electrónico. El 80%-90% de los millones de mensajes no son más que spam y virus.
Por su parte, las cuentas de correo activas han crecido desde los 900 millones en el año 2000, hasta los más de 3.300 millones en 2012, y se prevé que esa cifra aumente hasta 4.300 millones en 2016. Sin embargo, la comunicación a nivel comercial se está desplazando también a las redes sociales y a las distintas formas de mensajería instantánea.
Ahora ya se empieza a nombrar la expresión “Internet de las Cosas” con la implantación del protocolo IPv6 y la llegada de la Web 3.0, que afectará también al futuro del correo electrónico. Si la 2.0 ha generado la importancia de las redes sociales y la ampliación de la banda ancha, la sucesora se utilizará para describir la búsqueda de datos semánticos y ontológicos en las páginas web, para que puedan dialogar entre ellas. Esto provocará que, al realizar búsquedas en la red, se obtengan resultados mucho más precisos. Pero dentro de la web 3.0 también se incluyen otros futuros posibles de internet, como un nuevo aumento de la banda ancha, el advenimiento de la visión 3D en la mayoría de las webs o la aparición de nuevas redes sociales más complejas, en especial las centradas en el mundo empresarial.